Los registros akáshicos

 

Hoy hablaremos sobre los registros akáshicos

En un tiempo fué un Taboo todo el tema del ocultismo y todo lo que esta palabra representa, sabemos que se refiere a todas las prácticas espirituales que nuestros ancestros tenían para contactar con seres elevados de conciencia para pedir guía o ayuda en los problemas cotidianos. 

A lo largo de la historia el ser humanos ha ido evolucionando y se ha ido separando de su divinidad y ha ido olvidando el propósito almático por el cual está acá, inculcado y educado por una sociedad más mediocre y con demasiadas creencias limitantes que no han hecho más que retrasar nuestro despertar espiritual.

La espiritualidad ha dejado de ser un taboo

Pero hace unos muchos años escuchamos y vemos en redes sociales que la espiritualidad ha dejado de ser un Taboo y que hay muchos maestros enseñando leyes universales, poniendo en práctica sus dones para una ayuda colectiva. El caso de los registros akáshicos no es la excepción.

A lo largo de nuestras vidas, en este plano vamos acumulando mucha información inconscientemente, que en cada vida va siendo renovada, permitiéndonos venir acá prácticamente en blanco. Pero no del todo. 

Siempre tenemos la sensación de haber conocido personas que nunca hemos visto en este plano, reconocemos lugares que nunca hemos visitado en este plano, sueños donde somos de otra cultura o de otra era. Gustos por otras prácticas que no son comunes en nuestro paraje de conocimiento y así. 

Invitación a estudiar el tema

Es por eso que seres espirituales, trabajadores de luz, invitan a estudiar el tema. A contactar a hacer regresiones mediante meditación o hipnosis para así recordar.  Por qué y para qué estamos acá, porque hay situaciones y conductas que se nos siguen repitiendo y no logramos salir, a veces hay acuerdos kármicos, pactos firmados de otras vidas. 

Traumas y programas que nos limitan a llevar una vida plena.  Por eso es tan importante hacer uno de los registros akáshicos para así saber manejarnos en este plano y encontrar nuestro propósito de vida.