Qué se le puede pedir a los ángeles

 Nos hemos referido a los métodos y formas con las que podemos comunicarnos con los ángeles; más, sin embargo, en todas se menciona, la petición.

¿Qué es una petición?

Pues bien, las peticiones son todas aquellas cosas que solicitamos a los ángeles, las cuales van desde conocerlos, saber su nombre, que te ayuden en algún problema, que cuiden a algún familiar; te liberen de un accidente o enfermedad, entre otras preocupaciones que podamos tener.

Pero, ¿qué le podemos pedir a los ángeles?

No existe ninguna limitación de lo que podemos pedirle, ni hay nada de malo en pedir cualquier cosa que necesitemos, ya se trate de bienes de carácter material, mental o espiritual, con la confianza de que se nos concederán.

Todo lo que pidas en oración y con fe lo recibirás, siempre y cuando no existan impedimentos de orden superior; que las peticiones sean positivas para nosotros y no se trate de perjudicar a nadie.

Las peticiones que más se hacen son la de naturaleza material; pero también, se puede pedir mayor inteligencia, ser comprensivos, que el egoísmo no se apodere de nosotros en caso de que se tome una decisión muy importante, también se puede pedir que sean nuestros guías para tomar el camino conveniente.

Siempre que hagamos una petición será necesario estar atentos a nuestra facultad intuitiva, ya que su respuesta nos llegará posiblemente a través de ella o quizás en sueños.

Una forma que tienen de contestar nuestras dudas es por medio de las coincidencias, pues muchas veces es así como ellos nos indican su parecer o la dirección más apropiada para nuestros pasos.

Entre las muchas peticiones que se les pueden hacer está la de solicitar ayuda para que intercedan por nosotros ante otra persona cuyo comportamiento o actitud consideramos injusta o inapropiada. También podemos pedir cualquier tipo de bienes para terceros: familiares, amigos o conocidos. 

Las peticiones de orden espiritual son atendidas con cuidado especial por los ángeles y tal vez sea este el campo que más dificultad entraña y en el que su ayuda sea más efectiva.

¿Existe algún límite para lo que podemos pedir?

No existe límite alguno. Sí bien, únicamente se nos concederá en tanto no perjudique ni dañe a ninguno de los indicados. En ocasiones, es posible que nuestra ceguera nos haga pedir algo que en realidad va en contra de nuestros propios intereses y que no es conveniente para nosotros.

El número de ángeles a los que se les puede hacer la petición es ilimitado, y del mismo modo, tampoco hay límite alguno a la cantidad de ángeles que pueden estar ocupados con nuestras peticiones. 

¿Los ángeles siempre nos acompañan?

Sí. Por eso, cuando se nos presente una situación de peligro, no dudemos en pedir ayuda mentalmente, con toda la intensidad que seamos capaces. En tales momentos, cuando la ayuda suele ser más efectiva y espectacular; pues si existe algo que realmente le gusta a los ángeles, es poder eliminar la angustia y las preocupaciones que tanto aquejan a los humanos.

Sí, recurrimos a los ángeles para pedir ayuda en lo que se refiere al campo laboral, produce resultados sorprendentes y al mismo tiempo hace que nuestro trabajo deje de ser una carga para convertirse en un placer. Simplemente, hay que comenzar un día de trabajo mandando un pensamiento a los ángeles, especialmente relacionado con nuestra actividad, para que desde el plano invisible nos acompañen y nos ayuden. Además, es conveniente pedirle mentalmente su apoyo cada vez que iniciamos una labor dedicada y difícil.

Con el paso del tiempo se llegan a establecer fuertes lazos de compañerismo.  Cualquiera que sea nuestro trabajo, podemos beneficiarnos con su ayuda; lo más importante, es que nos comuniquemos con nuestro ángel (o ángeles):

 con mucha sinceridad, confianza y respeto, y que expongamos nuestros deseos de forma clara.

¿La petición es efectiva?

Definitivamente, sí. Por eso es conveniente repetir mentalmente nuestra petición cada mañana y cada noche. No debemos olvidar que en el mundo espiritual los pensamientos son una fuerza y realidad tangible. Así, el simple hecho de imaginarnos a un Ángel de la Guarda (o a todo un conjunto de ángeles) a nuestro lado, será suficiente para que automáticamente esté o estén allí.

Una vez que se realiza la petición, deberemos estar atentos a los sucesos y coincidencias extrañas relacionadas con ella, así como nuestra intuición, pues no es raro que a través de dicha facultad nos llegue alguna comunicación del plano angélico.