Jerarquías Angelicales

 Para comprender la naturaleza de los Ángeles es preciso comprender nuestra propia naturaleza. El hombre vive en el mundo material, para lo cual requiere un revestimiento material, pero su esencia es espiritual igual que la de los Ángeles.


Los Ángeles son espíritus puros y habitan los peldaños, que son mundos sutiles, existentes entre el hombre y Nuestro Padre Celestial, su oficio es ser “mensajeros de Dios”. El hombre es un espíritu puro y su oficio es pertenecer a la Humanidad para depurar su personalidad, recordar su verdadero Ser y permitir que sea Él quien actúe en su vida.


Tanto los Ángeles como los Hombres somos hijos de Dios, por esto somos hermanos, ambos somos espíritus puros e inmortales evolucionando en planos paralelos. Los espíritus inmaculados que trabajan como Ángeles salieron del seno de Dios muchísimo antes que nuestra humanidad, han entregado a Nuestro Padre su libre albedrío: No obran a su antojo como el ser humano, sino que lo hacen a través de Él.



Algún día el ser humano deberá hacer lo mismo: Entregar conscientemente a Dios su voluntad; hacer sólo lo que a Él le satisface.

Los libros Apócrifos mencionan un escalafón de ángeles, cada uno pertenece a una jerarquía y tienen funciones específicas.


La tradición Judía menciona a diez niveles dentro de las jerarquías angelicales, mientras que el catolicismo indica que serían nueve:


Jerarquías según el cristianismo



Primera Jerarquía: (Consejeros Divinos)


Serafines:


Son los que están al lado del trono de Dios, trabajan con la energía divina y estarían encargados de despertar el amor en todos los seres humanos. Se les conoce también como los cantores.

Están más cerca de la Santísima Trinidad de Dios.

Nos ayudan a entrar en los corazones las llamas vivas de la caridad. Cuando sientas que te falta amor invócalos.

Veníd santos serafines!


Querubines:


Guardianes de la luz y las estrellas, pero también custodian todo aquello que se les encargue. Su función es despertar la inteligencia de los seres humanos, tocando sus vidas a través de la luz de Dios.

Los que son más pinturas. 

Siempre contempla las maravillas de la Santísima Trinidad.

Nos ayudan abandonar la senda del pecado. 

A seguir firmes en el camino y la perfección cristiana.


Los tronos:


Proclaman la verdad y son los llamados constructores. Se relacionan directamente con las acciones de los hombres llevando un registro de los Karmas.

Santísimos tronos, llevan en sí al Señor. Meditan la infinita grandeza, la Santísima Trinidad. Siempre están contemplando a Dios.

Infunden en nuestros corazones verdadero espíritu de humildad.

Sí, te falta humildad, pide ayuda al trono de los Coros. Pídele a San Miguel Arcángel.


Segunda Jerarquía: (gobernadores del cielo)


Las Dominaciones:


Regulan el orden y son sanadores tanto físicos y mental. Se les conoce como los protectores de los hospitales, transmutando todo lo enfermo en sano. Únicamente en casos extraordinarios se manifiestan en el plano físico.

Las supremas dominaciones están postrados ante el trono de la Santísima Trinidad. En la tierra defienden del soberano dominio de Dios.

Defienden todos los lugares de la tierra. Reclaman lo que en la tierra le pertenece a Dios. Y cuando lleguen a puertas y ventanas, pídanles ayuda para sellar nuestra casa.

Nos ayudan a dominar nuestros sentidos y nuestras pasiones.

Por la confirmación estamos ungidos. Nosotros le pertenecemos a Dios.


Los Principados:


Guardianes de las naciones y países, supervisando todos los temas que las afecten. Rigen los reinos y que estos se mantengan en el orden divino.

Los gloriosos principados presiden las diócesis, en cada parroquia hay un ángel.

El Cura del Mundo igual que el Padre Pío.

Nos ayudan a infundir en nuestros corazones espíritu de verdadera obediencia.

Cuando tu hijo empiece a rezongar, invoca al Coro de los Principados para que nos infunda verdadera obediencia mi hijo (a). Y cuando le digas a tu hijo, ve a la tienda, te va a decir, sí, mamá. Porque ya los ángeles lo acompañan. 

¡Ya verán!

¡Hagan la prueba!

Dejemos actuar a nuestros ángeles. 



Las Potestades:


Representados con armaduras, serían los guerreros o ejército de Dios. Y se les invoca para luchar contra entidades y pensamientos negativos. Buscan la luz en los planos astrales más densos.

Las potestades descubren a los demonios. Atención, cuando las cosas no te resulten bien, en casa, en el matrimonio... ha de haber espíritus demoníacos. 

Ellos, el Coro Angelical de las Potestades, te darán el discernimiento cuando estamos siendo atacados por espirituales infernales.

Invoca al Coro Angélico de las potestades.

Vigilan los márgenes del mundo espiritual con el mundo físico.

Ellos nos sostienen en las luchas.


Tercera Jerarquía: (Mensajeros Divinos)


Las Virtudes:


Inspiran a la humanidad y trabajan con la sabiduría. Ellos pueden hacer milagros y obrar en temas que parecen imposibles. “Al enviar luz a la humanidad serían ellos quienes intervienen”

Operadores de toda maravilla. Hacen milagros. 

Nos protegen nuestras almas de las tentaciones del demonio.


Los Arcángeles:


Líderes de los seres celestiales, están a cargo de llevar los decretos divinos y de ayudar en todo lo que relacione el esfuerzo de los hombres. Serían los intermediarios más importantes entre los seres humanos y Dios.

Los arcángeles son nuncio embajadores de Dios.

Nos ayudan a perseverar en el Don de la Fe y en las buenas obras que dan gloria a Dios.


Los Ángeles custodios:


Instructores de los seres humanos, son los mensajeros de Dios y los más conocidos por su directa relación con los seres humanos, ya que estarían siempre entre nosotros.

Nos acompañan noche y día.

Cuando mueras lo primero que vas a ver es tu ángel de la guarda y a San Miguel Arcángel. Y sí moriste en gracia, ellos te guiarán.

Ejercen sobre nosotros una especial custodia en nuestra vida presente y después llevarnos a la Gloria del cielo, depositándonos para siempre en los brazos de Jesús y María a las puertas del cielo.







¡Usen a los ángeles! El Padre Pío lloraba de dolor y dice: Ustedes no saben lo que pierden al no poner al servicio a San Miguel Arcángel y los Coros Angelicales.

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